En Pequeño manual filosófico para personas emotivas descubriremos que lo más íntimo también es universal y que las emociones nos sitúan en el linaje de la humanidad. La autora nos insta a reconocernos como seres emocionales, no para dejarnos dominar por las emociones, ni reprimirlas, sino para vivificarlas y dejarnos aconsejar por su criterio. Porque, al fin y al cabo, nuestras emociones es lo que nos hace humanos.