CABRERA, DANIEL / LEDRADO, PALOMA
Modernizada en las últimas décadas pero sin perder las virtudes que siempre tuvo: en el casco antiguo, o Ciutat Vella,hay que pasear con calma en busca de los monumentos más representativos, entre los que destaca la preciosa catedral y su Micalet, la Lonja gótica o las imponentes puertas antiguas a la zona vieja. Nada mejor para imbuirse del ambiente de la ciudad que acercarse al mercado por la mañana, o que tomarse unas cervezas en las tabernas y bares estilosos del
Barrio del Carmen. El antiguo cauce del Turia, convertido en un enorme y céntrico parque, ofrece calma y espacio a un paso del centro. Por él se puede llegar caminando a la Ciudad de las Artes y las Ciencias, con sus monumentales edificios de diseño estrambótico y el Parque Oceanográfico como reclamo de visitantes. Del renovado puerto arranca el famoso paseo marítimo de la Malvarrosa, la mítica playa inmortalizada en los lienzos de Sorolla y en los textos de Blasco Ibáñez. Quien prefiera una playa no urbana se dirigirá a El Saler, a pocos kilómetros de la Albufera, excepcional paisaje y ecosistema protegido. Comer una paella en El Palmar y tomar un bote para ver el atardecer sobre el lago siguen siendo actividades imprescindibles en la visita a la capital del Turia