"Hasta el siglo XX, los científicos que investigaban los efectos de las drogas en la mente lo hacían experimentando consigo mismos. Las detalladas descripciones de sus experiencias dieron pie a avances en todas las ciencias de la mente, en la farmacología, la medicina y la filosofía. Los relatos publicados en revistas y en la ficción literaria inspiraron a un fascinado público a emprender sus propios experimentos en forma de demostraciones científicas, viajes exóticos, salones literarios y rituales ocultistas. Sin embargo, tras el año 1900, las drogas empezaron a percibirse como un problema social, y la dilatada tradición de la autoexperimentación fue desapareciendo.