Desde que existen los libros y las bibliotecas, las voces e ideas del pasado se han conservado como auténticos tesoros del saber y del placer. Esta obra rastrea y resucita la atmósfera de esos lugares de estudio en los que tanto el reposo como la inspiración revelaban a los visitantes sus respectivos beneficios. Y así, más que la historia de los libros, Mario Satz nos narra la de sus irrenunciables lectores.