La novela -la segunda que Nabokov escribió en inglés, ya instalado en Estados Unidos- relata con tintes de sátira grotesca, pinceladas de humor negrísimo y muy nabokovianos juegos metaliterarios el descenso a los infiernos de un personaje acosado hasta el límite. Está ambientada en un imaginario país europeo inspirado en la Unión Soviética de la que la familia Nabokov había huido.