JAN ASSMANN SE PREGUNTA EN ESTA OBRA HASTA QUÉ PUNTO EL MONOTEÍSMO HA SIDO EL PRINCIPAL INSTIGADOR DE INNUMERABLES SITUACIONES DE VIOLENCIA Y PERSECUCIÓN DEL «OTRO RELIGIOSO» QUE SECULARMENTE HAN ASOLADO LA CONVIVENCIA Y LA BUENA VECINDAD DE LAS POBLACIO