Hay cosas en las que creemos a pesar de no tener pruebas de su existencia. Para Stephanie, una de ellas es el amor. Sabe que está ahí fuera. En alguna parte. Y puede que algún día lo encuentre, pero mientras tanto está satisfecha con su trabajo en la academia de artes marciales y sus noches con ligues esporádicos (pero muy atractivos) como Nick para distraerse. Nick oculta un pasado del que no quiere que nadie se entere, pero su conexión con Steph lo cambia todo. Mientras él retira las barreras que le han impedido comprometerse hasta el momento, ella se protege cada vez más, decidida a alejarse del dolor y del propio Nick. Sin embargo, él no va a renunciar sin luchar a la única chica que le ha hecho plantearse las palabras «para siempre».