En diciembre de 2019, el historiador Timothy Snyder cayó gravemente enfermo. Mientras se aferraba a la vida reflexionó sobre la fragilidad de la salud, que en Estados Unidos no se reconoce como un derecho humano, pero sin la que los derechos y libertades no tienen sentido. Y eso fue poco antes de la pandemia. Desde entonces hemos visto cómo los hospitales se colapsaban con el coronavirus.