"Los padres perfectos ?nos dice el doctor Bettelheim? sólo existen en nuestra fantasía. A lo que hay que aspirar es a ser unos padres «lo bastante buenos», que establezcan con sus hijos una mutua relación gratificante y que desarrollen un gran sentimiento de seguridad en su función de padres. Éstos no deben ceder al deseo de «construir» al niño que a ellos les gustaría tener, sino que deben ayudarle para que se desarrolle plenamente y lleguea ser lo que él quiera y pueda.