"Si alguien de tu entorno te tratase mal día sí y día también, todo el mundo te diría que pusieses fin a esa relación. A menos, claro, que esa persona sea uno de tus padres: entonces, todo el mundo se siente muy incómodo y el consejo es que salves la relación, cueste lo que cueste. No importa que lo que te cueste sea la salud mental. De pronto ya no eres débil por quedarte, sino por querer irte.