LA CONTIENDA ENTRE EL FÉNIX DE LOS INGENIOS Y CERVANTES. Nobles y artistas ríen y aplauden en Valladolid cuanta ocurrencia barbota su real majestad y su solícito valido, pero la corte huye de la villa de Madrid. Y, entretanto, una lucha feroz se entabla por las noches en las calles de la antaño capital del reino. El motivo es claro: el desmesurado e inesperado éxito de un viejo cascarrabias metido a prosista frente a la feroz insensatez de un joven dispuesto a desbancarlo del parnaso literario. Carismático, alegre y seductor. Así es Lope de Vega. Y ni Quevedo ni Góngora quedan a salvo de la contienda entre Cervantes y él, que se extiende como una mancha de aceite por todos los mentideros y las tabernas, bajo las faldas de lujuriosas cortesanas y entre nobles mecenas de muchas deudas y pocos dineros, siempre sometida a la mirada vigilante de inquisición. Hasta el rey deberá elegir entre el desdén maledicente de un viejo manco de Lepanto que saborea al fin el éxito y la inquina de un insomne devorador de mujeres y creador de rimas, furioso contra aquél por el mayor de los ultrajes. "Si quieres guarda