Una noche, en un cruce de caminos en las afueras de Londres, un joven y modesto profesor de dibujo tiene un encuentro con «una mujer sola, vestida de blanco», de «rostro exangüe», que le pide ayuda para encontrar un cabriolé. Apenas dos minutos después, un carruaje con dos hombres se detiene para preguntar por una «mujer de blanco» que acaba de escaparse de un manicomio.