Para ir preparando la cosa... (A esto se le llama prólogo).
- Y esto es el capítulo 1 (Te vas a enterar de cómo funciona una fábrica de nubes )
- Mira tú por dónde, ya estás en el capítulo 2 (Aquí, plim plam, ya comienza el lío, con el problema del pobre Plub)
- ¡Marchando el 3! (En donde el avispado Plub hace de mago y se saca un conejo de la chistera, o casi)
- Después del 3, ya se sabe que viene el 4 (¿Quieres una nube de color bocadillo de almejas? ¡Llama a Plub!)
- Dicen que no hay quinto malo (Porque ya te toca salir en la historia señor Blam)
- Antes del 7 suele llegar el 6, por lo menos aquí (Así descubres cómo reacciona el señor Blam y lo que le pasa a Plub)
-¿Sabías que el 7 es un número mágico? (Pues lo es, y por ello no resulta nada casual que en este capítulo cambien las cosas)
-¡Cuidado, has entrado en el capítulo 8! (... Y aquí sí que la cosa ya se dispara del todo)
- Coge aliento: si esto se acaba, es que éste es el capítulo 9 (¿Cómo crees que terminará la historia?)
- Y se acabó: 10, último capítulo (Blam y Plub, por fin, cara a cara, como en las películas).
- Despedida y cierre (O sea, el epílogo, pero cortito, sólo para decir algo más).
Plub trabaja en la fábrica de nubes del señor Blam. Normalmente estas son negras, blancas y grises. Pero, un día, empiezan a salir nubes de colores y todo el pueblo de Pampelum se transforma. ¿Quién será el responsable de estas peculiares nubes? Una historia sobre la importancia de la imaginación y la creatividad para provocar cambios.