La detective del Departamento de Policía de Los Ángeles Renée Ballard sigue los pasos de un aterrador violador múltiple cuyo rastro se ha perdido. Cuenta con la ayuda de la voluntaria más nueva de la Unidad de Casos Abiertos: la patrullera Maddie Bosch, hija de Harry. Renée Ballard y la Unidad de Casos Abiertos de la policía de Los Ángeles encuentran una relación de ADN entre un hombre recientemente detenido y un violador y asesino en serie del que no se había tenido noticia en los últimos veinte años. El detenido solo tiene veintitrés años, por lo que el vínculo genético tiene que ser familiar. En efecto, es hijo del Violador de la Almohada, responsable de aterrorizar la ciudad de Los Ángeles durante cinco años. Sin embargo, cuando Ballard y su equipo van a por el sospechoso, se encuentran con una desconcertante trama de secretos y obstáculos legales. Entretanto, a Ballard le roban la placa, el arma y la identificación, y ella no puede denunciar ese robo sin dar a sus enemigos del departamento la munición que necesitan para acabar con su carrera como detective. Ballard investiga el robo por su cuenta, pero su misión en solitario la lleva a un peligro mayor del que esperaba. No le queda más remedio que buscar ayuda fuera del departamento, y eso la lleva a la puerta de Harry Bosch. Finalmente, Ballard acepta a una nueva voluntaria para la Unidad de Casos Abiertos. Maddie, la hija de Bosch, quiere complementar su trabajo como patrullera en el turno de noche investigando casos con Ballard, pero esta pronto se entera de que la joven tiene un segundo motivo para conseguir acceso a la biblioteca de las almas perdidas.