"Lo que ocupa la mayor parte de nuestras vidas son experiencias aparentemente banales a las que no les damos demasiada importancia: la comida que ingerimos, los olores que percibimos o las conversaciones que mantenemos. Preferimos centrarnos en lo extraordinario, en lo que creemos que es único, sin embargo, ¿por qué lo cotidiano debe tener menos trascendencia? ¿Por qué no le damos el verdadero valor que posee?