En un país extraño y maravilloso, en el que los relojes eran más importantes que los buenos modales, vivía un Conejo Blanco. Este Conejo Blanco era famoso en todo el País de las Maravillas por su extraordinaria habilidad para llegar tarde. En cualquier circunstancia, siempre se las arreglaba para llevar un par de zanahorias de retraso. Esta es su historia.