14 de julio de 1099. Mientras Jerusalén se prepara para la invasión de los cruzados, un griego conocido como el Copto convoca al pueblo, jóvenes y viejos, hombres y mujeres, a reunirse junto a él. Mientras esperan el ataque enemigo, las gentes le preguntan acerca de la derrota y la soledad, la lucha y el cambio, sobre el amor y la lealtad, el destino, el sexo y la elegancia, la sabiduría y, también, lo que aguarda en el futuro
Las respuestas que obtuvieron siguen siendo válidas mil años después. Paulo Coelho recoge en El manuscrito encontrado en Accra las reflexiones que se dieron en esa noche mágica en la que la derrota era inminente y el Copto habló.