En el transcurso de estos últimos sesenta o setenta años se ha producido un giro copernicano en el seno de nuestras culturas: el Dios "oficial" dado por supuesto se ha convertido en un Dios extraño, ajeno, distante y, para muchos, incluso inexistente. Lluís Duch se enfrenta en este libro al exilio de Dios de nuestras sociedades contemporáneas.