Esta obra, de Étienne de La Boétie, es un texto clásico de la filosofía política, uno de los primeros grandes alegatos contra la dominación y el autoritarismo. Su poder subversivo aún sigue vigente. La Boétie, muy admirado por su amigo Michel de Montaigne, sostiene en su acusación que, contra lo que se suele creer, la servidumbre al poder de un solo hombre es fundamentalmente voluntaria.