"Tener tu propio huerto significa trabajo, observación, ganas de seguir pese a los contratiempos, buenas dosis de sentido común y, sobre todo, mucha paciencia. Aunque hay algo de «magia» en esto de llevar tu huerto, la clave está en la organización: llevar un control detallado tanto de los pasos que ya se han dado como de los que quedan por dar.