En esta novela el autor contó la vida de un hombre común de clase trabajadora en orden cronológico inverso, es decir, desde su muerte hasta su nacimiento. La muerte, en la oscuridad y entre la indiferencia general es el presente: no el punto final, sino el punto de partida. Grave, dura, sardónica, esta novela alumbra irónicamente un camino de tozudez, miedo, violencia soterrada, apatía y aspiración.