Durante la II República, la promoción lectora tuvo un fuerte protagonismo. Este escrito, publicado en 1931 por la editorial barcelonesa B.A.I. fue escrito por el pedagogo J.A. Emmanuel, un filántropo anarquista, impulsor de las escuelas para niñas y niños desamparados. En él trata de transmitir a las hijas e hijos de las familias obreras las ideas libertarias de la escuela racionalista y cómo llevarlas a la práctica.