El libro, escrito por un personaje que estuvo en el corazón de la industria agroalimentaria, sirve para quitar la venda de los ojos al consumidor, que vive en un mundo marcado por elementos que no conoce o entiende.
Las sustancias químicas con que están elaborados muchos alimentos, los supuestos productos de selección, las descripciones kilométricas, ilegibles e incomprensibles de los ingredientes, y un largo etcétera. de cosas que el consumidor, en su gran mayoría, ignora por completo. Y también otros asuntos que poco a poco se están empezando a intuir, y que rodean toda la industria agroalimentaria: lo que cambia un producto de un país a otro, para qué sirven en realidad las regulaciones alimentarias, o quiénes son los que gastan más dinero en publicidad.
Además, el libro se adentra en el futuro, cuestionando las producciones a gran escala en las grandes granjas, o hablando de la viabilidad de la producción artificial de alimentos. En definitiva, la obra es una inmersión en la realidad del mundo agroalimentario y en los cambios necesarios que ya están empezando a producirse.