Pocas son las obras que nos han llegado escritas por maestras zen. Incluso en la actualidad las maestras zen son escasas en proporción a los maestros, especialmente en Japón. Se puede afirmar que la tradición zen ha estado y, en gran medida, sigue estando fuertemente mediatizada por la impronta masculina, aunque en la doctrina del Budismo Zen no encontramos ningún argumento filosófico o religioso válido que justifique esta situación. Debemos ver sus causas más bien en los condicionamientos socioculturales en los que el Zen ha tenido que desenvolverse durante siglos tanto en India o en China como en Japón, culturas de carácter eminentemente patriarcales. El Zen, al menos el que se está extendiendo en Occidente, necesita equilibrar esta excesiva polarización hacia lo masculino. Y en este reequilibrio, la rica aportación de mujeres de sabiduría como Shundo Aoyama Roshi resulta imprescindible. Reflexiones y comentarios de una de las pocas maestras zen de la historia del Soto Zen japonés,que es continuamente solicitada para dar conferencias y dirigir retiros de meditación tanto en Japón como en Occidente. Es