En Galicia, un asesino secuestra a las mujeres que madrugan para ir a trabajar. Mujeres solitarias, olvidadas por su entorno, invisibles. En Madrid, otro asesino apunta a multimillonarios y deja un mensaje en las paredes de sus casas: «MATAD A LOS RICOS». Asesinar por estatus. La opinión pública no tarda en implicarse, con manifestaciones que parecen apoyar esta sangrienta iniciativa. Lo que está en juego, tal como se le va revelando a la investigadora de la Guardia Civil Lucía Guerrero, es vertiginoso. Por no hablar del hecho de que la misma Lucía es víctima de amenazas.