Mi ex novia eligió la mañana de un seis de enero, día de Reyes, para romper conmigo. Un día después me quedé sin compi de piso, llegó Filomena y entré en Tinder (porque, puestas a tocar fondo, mejor hacerlo bien). Con roscón o sin él, una ruptura nunca es plato de buen gusto. Que se lo digan a Tamara Falcó, que por no tener que superarlo terminó volviendo (amiga, ¿quién no ha sido Tamara alguna vez?). En mi caso, he de reconocer que fue un plato particularmente indigesto, pero también me di cuenta de que, en cierto modo, tenía su gracia (en cierto modo, todo tiene su gracia). Eso, y que solo al tocar fondo logras descifrar aquella máxima de Rajoy (cuanto peor, mejor para todos). I feel you, Mariano. Too Match es el resultado de aquella mañana de enero y de todo lo que vino después. No puedo decir que fuera mejor (tampoco peor) pero es la mejor manera que he encontrado para sobrevivir a incontables fracasos amorosos y convertirme, si no en la heroína de esta historia, como dijo Nora Ephron, por lo menos en la protagonista de mi novela, como diría Romeo Santos.