Tras asistir a un congreso de la policía en Burdeos, Maigret decide visitar a un antiguo compañero de estudios. Durante el trayecto en tren, un pasajero se le acerca y le pregunta si su presencia allí tiene alguna relación con los brutales asesinatos que han sacudido a la población recientemente. La estancia, que se auguraba apacible, guarda aún más sorpresas para Maigret.