Imagina que te piden ayuda para una venganza personal. No quieres hacerlo pero eres un ídolo para David, ese chico al que acaban de dar una paliza. Desde que era niño busca tu consejo. Eres su modelo. Y además te interesa, vamos a decirlo así, su amiga Alejandra, que es demasiado joven para ti. Está preocupada por David. Podrías seducirla. De hecho, ya estás seduciéndola.