Frente a aquellos que limitan la importancia de Otto Friedrich Gierke (después se le concedería la condición de Otto von Gierke; 1841-1921) conviene partir como premisa de la opinión de Georges Gurvitch cuando afirmara en su clásico libro: En la obra extraordinariamente rica y llena de matices del discípulo de Georg Beseler , Otto v. Gierke, se concentran y sintetizan los resultados más importantes de los esfuerzos del pensamiento alemán del siglo XIX acerca del derecho social», ante todo porque alcanzó a precisar por primera vez, de forma definitiva, el carácter específico de los sujetos del derecho social. Para Gurvitch la teoría jurídica de las personas colectivas complejas (Gesammtpersonen) de Gierke supuso la consagración definitiva del carácter específico de los sujetos del derecho social. Ello no obstante, se ha podido objetar, en el lado negativo, que la construcción de Gierke presentaría numerosas deficiencias que llevarían a una crítica parcial de sus aportaciones. En este sentido, en Gierke se aprecia una polarización excesiva sobre el problema de la personalidad jurídica y su voluntad, la incapacidad de obtener una síntesis entre la capa inorganizada y la capa organizada del derecho social, la negación de la existencia de un derecho social extraestatal común, la justificación parcial de las asociaciones de dominación y finalmente la imposibilidad de vencer definitivamente los prejuicios del subjetivismo y del estatismo jurídicos. Nótese que, en el fondo, Gierke está también condicionado por su época (es tributario de su época), y dichos defectos han de ser entendidos como el límite general de las adquisiciones de la doctrina alemana del derecho social en el siglo XIX.