Que el fútbol sea un deporte no implica que haya que jugar limpio. Scott Manson, entrenador de fútbol, está buscando trabajo, pero en el actual mundo del fútbol, plagado de estrellas, no le va a resultar fácil encontrarlo. El puesto de entrenador que le ofrecen en Shanghái resulta no ser sino un elaborado timo, y los del F. C. Barcelona no quieren contratarle como entrenador, sino como detective.