Iniciado el 6 de octubre de 1935 durante su encierro por motivos políticos, este diario acompañó a Cesare Pavese hasta el 18 de agosto de 1950, nueve días antes de su muerte, y se convirtió gradualmente en el lugar en el que confiar pensamientos sobre el universo del escritor y del hombre. Amargo, irónico, pocas veces sereno, ofrece al lector una meditación sobre la vida, la soledad, los recuerdos y el arte conducida con un enorme rigor intelectual. Al mismo tiempo, página a página, deja constancia de su incesante desarrollo poético-literario, la evolución, en suma, de un personal oficio de vivir.
Pavese dejó un testamento vital que con el tiempo se engrandece aún más y que como el traductor y poeta Ángel Crespo describía soberbiamente posee la virtud de los grandes clásicos, esto es, convertir una existencia íntima en algo universal, pues la vida que Pavese escribe en El oficio de vivir es la del hombre contemporáneo, el del siglo XX, atado a las dudas y a la angustia permanente, un hombre que pregunta todo el tiempo: ¿pero qué hacemos aquí?
Una de las grandes figuras literarias e intelectuales de la primera mitad de siglo, su carrera como novelista, poeta y crítico contribuyó decisivamente a definir tanto la cultura de la época como la de generaciones sucesivas, entre las que sigue resonando de modo extraordinario el diario en el que destiló una manera única de entender y reflexionar sobre el mundo.