Lisboa vio sobresaltada su habitual modorra con la lectura de la noticia aportada por un incógnito doctor X, al parecer testigo, y en parte protagonista, del sensacional misterio que ya desde aquel mismo día se empezó a conocer como «El misterio de la carretera de Sintra». Una audaz y divertida novela que se convirtió en un fenómeno.