"Todo comienza con Rosa. Nacida en Sicilia en los albores del siglo xx, crece en un pueblecito sobre las montañas y, desde muy niña, revela haber sido formada de la misma materia de su nombre, es decir, de flores que siempre brotan, de frutos fecundos contra las dolencias, de madera resistente y espinosa. En 1925 conoce a Sebastiano Quaranta; se trata de un amor a primera vista, en el que la vista, sin embargo, no engaña. Rosa se escapa para casarse con él y juntos abren un mesón, que se convertirá en el lugar de referencia de los habitantes de los cuatro pueblos aledaños.