Iris, una directora de escuela de cuarenta y cinco años, madre y esposa, goza de lo que considera una vida apacible en Jerusalén hasta que un atentado terrorista lo cambia todo. Zeruya Shalev imbrica así, con una prosa magnética, el conflicto social y el personal para adentrarse en la complejidad de las relaciones humanas y ofrecer un relato profundamente conmovedor.