El protagonista de esta historia es un niño solitario que seentretiene jugando
a las canicas. De pronto, un día,encuentra unas canicas diferentes. ¡Son
caramelos! ¡Y además, mágicos!
Come uno y el sillón le habla. Prueba otro y superro le cuenta que no juega
con él porque está cansado.Después llega su papá y le suelta un montón de
órdenes yreprimendas. El pequeño come otro caramelo y, entonces, escucha
que su papá le dice mil veces cuánto lo quiere. Se mete en laboca uno rosa
y escucha a su abuela que está en el cielo,quien le aconseja que hagaamigos y disfrute. Con el último caramelo,la que se escucha es su propia voz
invitando a otro niño ajugar.
El pequeño, a través de la metáfora de los caramelosen la garganta,
descubre que no está solo, que los demás lehablan y le quieren, y que
cuando es él quien se atreve ahablar, evoluciona y deja atrás esa soledad para
divertirse y compartir.
La autora e ilustradora coreana, ganadora delpremio The Astrid Lindgren
Memorial Award, compone uncuri